El Instituto del Mundo Árabe es un lugar de obligada visita. Su fachada, diseñada por Jean Nouvel, está compuesta por 240 mashrabiyas de metal que anuncian el refinamiento que aguarda en su interior. Las colecciones del museo sobre las culturas árabes y los vínculos entre Oriente y Occidente invitan a viajar.

Descubra las 200 especies de animales de la Ménagerie, los 7000 especímenes de la Gran Galería de la Evolución y los impresionantes esqueletos de dinosaurios de la Galería de Paleontología. Diversión garantizada para toda la familia en un marco excepcional que conserva su autenticidad desde el siglo XVIII.

El Panteón, situado en la parte alta de París, narra las importantes páginas de la historia de Francia a través de monumentales pinturas (Carlomagno, Juana de Arco...). Dentro de la cripta, será muy emocionante descubrir las tumbas de Victor Hugo, Voltaire y todos los grandes hombres que han marcado la cultura francesa.

La rue Mouffetard es una de las calles más antiguas de París. Ha sabido conservar su encanto pintoresco de antaño gracias a sus muchos pequeños comercios. Baje por esta calle ligeramente en pendiente y aproveche para disfrutar de sus cafés-restaurante con terraza, que llenan de color este atípico barrio.

La mezquita más antigua de Francia es un lugar de obligada visita, así como un espacio de relajación. En su interior, el hammam, el spa oriental tradicional y el patio resguardado del bullicio parisino son perfectos para sentarse y degustar unos deliciosos cuernos de gacela y un té de menta.

Este museo, llamado también Centro Beaubourg, alberga la primera colección de arte moderno de Europa. El Centro Pompidou ha sido testigo de los cambios en la creación contemporánea, siempre en constante movimiento.

Con su conjunto de edificios de ladrillo rojo y sus tejados de pizarra, esta plaza cuadrada destaca entre el resto de edificios parisinos. En el centro, la plazoleta de Luis XIII es una parada perfecta durante la visita de la capital.

Punto de partida para descubrir el barrio de Le Marais, de Beaubourg y la rue de Rivoli, la plaza del Ayuntamiento cuenta con una gran pista de patinaje durante el invierno. Sin olvidar que el mismo Ayuntamiento bien merece una visita.

BHV es la abreviatura de Bazar de l’Hôtel de Ville. Aquí es posible encontrar de todo: artículos para el hogar, objetos decorativos, material para hacer bricolaje, para reparar bicicletas, convertirse en un experto de las artes culinarias o, incluso, para actualizar su vestuario.

Tras importantes obras de restauración, el Forum des Halles ha sido transformado en un centro comercial ultramoderno y abierto a la capital. Alberga 150 boutiques bajo un dosel de vidrio y metal.

Una de las arterias principales del barrio judío de París y una de las calles más comerciales del Marais. Los apasionados de la moda no pueden dejar escapar la oportunidad de visitarla.

Un barrio con espíritu de pueblo, tan animado de día como de noche. Perfecto para ir de compras por la rue des Francs Bourgeois, visitar las galerías de arte o tomar algo a cualquier hora del día en un ambiente relajado.

¿Dónde degustar un té de burbujas en París? En Laïzé, este té taiwanés tradicional con perlas de tapioca se sirve en un entorno minimalista.

El museo más emblemático de París es también el mayor museo de arte y antigüedades del mundo. La Gioconda, la Venus de Milo, La Libertad guiando al pueblo... Sus innumerables obras de arte de todas las épocas y civilizaciones hacen que la visita al Louvre sea un recuerdo inolvidable.

Residencia real en el siglo XVI y lugar de encuentros libertinos en el siglo XVIII, este refinado remanso de paz parisino es, desde hace tiempo, un lugar muy popular entre los paseantes. Disfrute de sus jardines de ensueño, sus galerías y las columnas de Buren.

Es el jardín francés más grande y antiguo de la capital. Declarado monumento histórico, es sede de numerosos eventos, como la Feria de las Tullerías, una feria de atracciones familiar que se celebra durante todo el verano. No deje escapar la oportunidad de subir a la gran noria para contemplar París desde las alturas.

El Carrousel, centro comercial situado bajo la pirámide invertida del Louvre, cuenta con numerosas boutiques y permite realizar un recorrido por las cocinas del mundo (francesa, italiana, española, japonesa, marroquí, etc.) en su extensa cafetería.

Un eje de tres kilómetros colmado de tiendas. El paraíso de los apasionados de la moda se extiende desde la rue du Louvre hasta el Ayuntamiento de París y sus célebres grandes almacenes, BHV Marais. Aquí es posible encontrar todas las grandes marcas internacionales. Solo tiene que decidirse.

El guardián de piedra que ocupa el lugar de honor al final de los Campos Elíseos. Construido por orden de Napoleón Bonaparte, el Arco del Triunfo conmemora las victorias de los ejércitos franceses. A sus pies, se encuentra la llama eterna del soldado desconocido en honor a todos los combatientes.

Entre el Palacio del Descubrimiento, dedicado a la ciencia, y el Petit Palais, museo de bellas artes de París, el Grand Palais alberga exposiciones de los artistas más famosos. Su monumental vidriera es por sí sola una obra maestra de vidrio y acero de la época industrial.

Descubra la réplica exacta de la antorcha de la Estatua de la Libertad, creada por el escultor francés Bartholdi. Tras el accidente de Lady Diana en el túnel que pasa bajo el puente, la Llama también se ha convertido en un lugar de concentración para rendirle homenaje.

"La avenida más bella del mundo" no necesita presentación. Tan simbólica como la misma Torre Eiffel, esta majestuosa avenida se extiende desde la Plaza de la Concordia hasta el Arco del Triunfo. Una avenida que dejará a sus visitantes maravillados y con una melodía de Joe Dassin en la cabeza.

La arteria parisina de las firmas de lujo por excelencia, con sus escaparates de ensueño. La excelencia también queda plasmada en el gran hotel Plaza Athénée. ¿Por qué no hacer una parada allí para tomar un té o un cóctel?

Desde la Plaza de la Concordia hasta la iglesia de la Madeleine, la rue Royale es uno de los principales lugares en los que encontrar firmas de lujo: Chanel, Dior, Gucci, Cerruti, etc., así como el célebre restaurante Maxim's.

¿Hay algo más parisino que asistir a un espectáculo de revista en el cabaret más mítico de la capital francesa? Completamente renovado, el Lido de París tiene la capacidad de transformar una cena-espectáculo en una experiencia extraordinaria.

Todo el sabor de Italia a dos pasos de los Campos Elíseos. Pastas o pizzas, ensaladas o risottos, elija entre una carta que rinde homenaje a los productos frescos y caseros. Asimismo, el restaurante tiene una característica especial: todo se cocina ante los clientes.

El símbolo de París es el faro que ilumina la cultura francesa en el mundo entero. Inicialmente fue considerada una construcción abominable, pero, desde su inauguración, fue inmediatamente acogida por el público. Desde entonces, su majestuosa altura de 324 metros sigue haciendo soñar a turistas y parisinos.

El balcón ideal desde el que admirar y fotografiar la Torre Eiffel. Las alas del Palacio de Chaillot rodean los jardines y las terrazas paisajísticas que descienden en suaves pendientes hacia la Dama de Hierro y el Campo de Marte, situados en el lado opuesto del Puente de Jena.

El acuario de París, primer acuario del mundo, se inspira en Julio Verne y su célebre novela Veinte mil leguas de viaje submarino. Le esperan 3500 m2 de visita subterránea con más de 500 especies y una gran piscina de tiburones.

Una de las arterias comerciales del elegantísimo 16.o distrito de París. En ella destaca principalmente Passy Plaza, una galería comercial con 26 tiendas.

Especialidades saladas, dulces, excelentes vinos, aceite de oliva, foie gras, productos de lujo... La Grande Épicerie de Paris ofrece una gran selección de los mejores productos franceses e internacionales.

En la segunda planta de la Torre Eiffel, el restaurante Jules Verne abre sus puertas a una experiencia sin igual: un encuentro entre las artes culinarias y decorativas en las alturas. Un lugar representativo de la elegancia y el servicio francés que rinde homenaje a la alta gastronomía.

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¿Le apetece continuar su paseo por el Sena? No dude en subir a una de las embarcaciones de Bateaux Parisiens para disfrutar de un almuerzo o una cena a bordo del Bistro, o bien para descubrir los secretos de París durante una visita guiada sobre el agua.

Museo del Ejército, Museo de Planos Relieves y Maquetas, Museo de la Orden de la Liberación, iglesia del Domo (que alberga la tumba de Napoleón Bonaparte), iglesia de San Luis de los Inválidos: multitud de lugares por descubrir en un recinto único creado en honor a los soldados.

Auguste Rodin, uno de los más célebres escultores franceses, dejó un importante legado de obras de arte, como El pensador o El beso, que desprenden fuerza, sensualidad, sufrimiento y erotismo.

El templo en el que se debaten y votan las leyes francesas. Merece la pena desviarse hasta la Asamblea Nacional de Francia, instalada en el Palacio Borbón, para disfrutar de sus refinadas galerías, sus salones, sus pinturas (de Delacroix, por ejemplo) y su magnífica biblioteca, que cuenta con 700 000 obras. Un tesoro desconocido.

Descansar en las terrazas de las orillas del Sena se ha convertido en una verdadera institución parisina. El bar de Rosa Bonheur es el lugar ideal para relajarse en familia, en pareja o con amigos. 

Un antiguo almacén naval de la Guardia Real transformado en club, restaurante y bar de cócteles. Situado bajo el puente Alejandro III, es posible saborear un refresco frente a las orillas del Sena o bailar toda la noche al ritmo de la música house o tecno. 

Cocina francesa refinada en un cálido ambiente. El Arpège es el restaurante del chef Alain Passard. Su carta, que destaca especialmente las verduras, ha sido galardonada con 3 estrellas en la Guía Michelin desde 1996.

Situado dentro de la antigua estación de Orsay desde su inauguración en 1986, el museo posee la más amplia colección de obras impresionistas y posimpresionistas del mundo.

Frida Kahlo, Basquiat, Bacon, Keith Haring, Bonnard: los grandes nombres de la historia del arte mundial se van sucediendo en el Museo Maillol. Ubicado en un antiguo convento, este museo alberga desde 1995 la colección permanente del escultor francés Aristide Maillol.

El primer gran almacén del mundo, Le Bon Marché abrió sus puertas en 1852. Hoy en día, este templo de las marcas de lujo y de los servicios de alta gama encarna el espíritu de la margen izquierda de París.

Un elegante comedor y casi 80 platos servidos a mediodía y por la noche (raviolis de carne de cangrejo, costillas de cordero lechal...). Siéntese a una de las dos barras situadas una frente a la otra para degustar esta cocina virtuosa preparada justo delante de sus ojos.

Jarrones de porcelana, cuadros, platería, lámparas de araña o incluso antiguos juguetes, las galerías de anticuarios del Quai Voltaire son verdaderas cuevas de Alí Babá.

Esta pasarela peatonal une el Louvre con el barrio de Saint-Germain. Sus vistas al Sena lo convierten en un punto de encuentro de dibujantes, pintores y fotógrafos.

Saint-Germain-des-Près, antigua abadía benedictina construida en el siglo VI, es la más antigua de las grandes iglesias de París. También ha sido declarada monumento histórico.

Leer junto a la majestuosa Fontaine Médicis, tomar el sol en una de sus sillas verdes, observar las barridas de los tenistas y las sesiones de taichí. Este suntuoso jardín francés ocupa un lugar especial en el corazón de todos los parisinos.

La principal arteria comercial de la margen izquierda parisina promete un éxito total en sus compras. Tómese su tiempo y suba desde Les Deux Magots hasta la Torre Montparnasse para no dejar pasar ninguna ganga.

El repostero especializado en macarons de renombre internacional. En caso de que sea difícil no caer en la tentación, puede probar el resto de especialidades dulces de la casa, como los milhojas de regaliz, la religieuse à la rose o la tarta Saint-Honoré de rosa y frambuesa.

Almorzar en la sala de estilo art déco del Café de Flore es saborear una pizca del París literario de Boris Vian, Albert Camus y Ernest Hemingway. Una parada indispensable durante su excursión por este barrio.

Antiguamente, habría sido posible cruzarse con Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir conversando animadamente. Hoy en día, son las estrellas del mundo del espectáculo quienes acuden a este café literario, símbolo de Saint-Germain.

Say Cheese, Coquine Saint-Jacques, Sea Chic… Este templo parisino de los crepes se distingue por sus divertidos juegos de palabras. Además, destaca sobre todo por la calidad de sus deliciosos productos ecológicos. 

El monumento más visitado de Francia. La construcción de esta obra maestra de la arquitectura gótica se prolongó durante más de dos siglos. Observe las vidrieras, sus rosetones y las gárgolas, y disfrute de unas magníficas vistas de la ciudad.

Una de las puertas de entrada al famoso barrio latino. En la parte superior de la fuente queda representada la lucha entre el bien y el mal: el arcángel Miguel sometiendo al Demonio.

Construida por San Luis para conservar las reliquias de la pasión de Cristo, como la corona de espinas, la Sainte-Chapelle es una maravilla del estilo gótico radiante. Contemple sus 15 vidrieras de 15 metros de altura y sus 1113 vitrales antes de continuar su visita hacia la Conciergerie.

Shakespeare and Company es una librería anglófona independiente, toda una institución del barrio de Saint-Michel. Numerosos escritores, artistas e intelectuales han pasado por ella. El encanto auténtico de este lugar y su espíritu utópico perduran.

Al pasar por la isla de San Luis e independientemente de la estación, resulta difícil resistirse a hacer una parada y disfrutar de las delicias que ofrece una de las más célebres heladerías de París.

El lugar al que acudir para adornar un balcón o pasear entre los pasillos disfrutando del embriagador aroma de las flores. La parada perfecta entre una visita a Notre Dame y a la Sainte-Chapelle.

Rousseau, Diderot o Verlaine: los intelectuales de todas las épocas se han reunido en este lugar. El café más antiguo de París rinde homenaje a la cocina tradicional francesa, con especialidades como el pollo al vino o la carrillada de buey a la brasa, que embelesará sus papilas gustativas en un entorno elegante.